lunes, octubre 31

Entrega en capítulos

Introducción
En algún lado leí que la memoria no es un hilo que podamos jalar de una vez y ver todo en un solo momento, eso es imposible. Por eso es que existe la memoria fragmentada, delimitada, que llega a nosotros sólo en partes, de otra manera sería imposible constituir la historia. Esto es, los fragmentos no sólo son necesarios, sino inevitables. Nos narramos por porciones, nos constituímos de pequeñas historias.
Capítulo 1. De las obras de arte
A pesar de que nuestra vida es una totalidad, siempre es posible (y como dije antes, no sólo posible sino necesario), hacerla cachitos y mostrarla en diferentes piezas. Siendo así, las obras de arte no pueden distanciarse mucho de lo que es la vida como tal. Esto es, no es extraño que veamos de repente sólo detalles de las pinturas, o leamos fragmentos de tal poema, o queramos recordar el capítulo que más nos gustó de una novela o simplemente deseemeos oír una sola canción del disco favorito. Es como estar un día pensando en el pasado y concentrarse en un elemento particuar, como pensar en cómo me gustaba Mario Rosas en sexto de primaria y que nunca me hizo caso.
Capítulo 2. David Lynch opina lo contrario
Sin embargo, algunos ven la pieza de arte como un microcosmos completo que es imposible escindir. En el dvd de The Straight Story, por ejemplo, no hay división de capítulos, pues como dice Lynch en un mensaje dentro de la caja: "I know that most DVDs have chapter stops. It is my opinion that a film (...) should not be broken up. It is a continuum and should be seen as such. Thank you for your understanding". Raúl Fuentes dice en un comentario en el post de abajo que los discos tienen un orden por algo y no está bien que cada quién haga su playlist, pero.
Capítulo 3. Me perdonarán RFuentes y David Lynch
Pero creo que los discos, las películas, son fragmentos también. Son cuadros que se recortan de una totalidad y se nos presentan como piezas que alguien quiso retratar. Cada disco es una colección de canciones que fueron escogidas, y por cada una que fue escogida hubo otra que fue descartada. Una película es también un juego de edición. En ese sentido, yo me siento con la libertad de tomar lo que desee y fragmentarlo una vez más. Puedo decidir hacer una recopilación de canciones o ver diferentes partes de diferentes películas. Escoger.
Conclusiones (usted no tiene que estar de acuerdo conmigo)
Miro al pasado y recuerdo algunas cosas, no puedo tomarlas todas y acomodarlas en mi memoria para verlas al mismo tiempo. En la misma medida, tomo lo que quiero del presente, incluyendo las obras artísticas. Que David Lynch me perdone, pero mi parte favorita de Blue Velvet es el Candy Coloured Clown. Mi canción favorita del Álbum Blanco es Cry, Baby, Cry. Extraño hacer mis propios playlists en el ipod.

jueves, octubre 27

Esto qué

Pues fíjense que había yo dicho que en mi vida volvía a hacer un post al chingadazo, ya que eso es de nenas y de figurillas filiformes. Pero HOY HOY HOY no tengo nada de tiempo porque ya a las doce debo de irme a mi clase de Problemas de Ontología y Metafísica, específicamente Heidegger; pero bueno, eso qué.
La idea original era ponerles una bonita planta rodadora que representara el actual estado de abandono del blog. Pero resulta que la busqué y la busqué y nomás nada. Sólo encontré esta cosa que no le llega ni a los talones a las plantas rodadoras del Correcaminos o a la de los Simpsons en el capítulo de The Who y el Nuevo Springfield. Sólo que no se llamen plantas rodadoras y yo haya estado equivocada toda mi vida.

*aquí había una foto de una cosa que era como una lechuga, pero ya se la chupó el diablo.*

Pasando a otros temas de interés general, necesito hacer un anuncio desesperado, porque creo que ya mamó todo. Resulta que tenía un ipod de 40 GB que ha muerto. Dicen los de apple que no hay refacciones para ipod en América Latina y que sin el ticket no puedo hacer nada más que tirarlo a la basura. Pero me niego a aceptar el destino fatal de tan grandioso aparato y recurro al público para recibir consejos.

O pueden también sugerir 32 modos de deshacerse de un ipod que no sirve. Me parte la madre abrir los ojos diario y ver la caja allí, pobrecita con sus colorcitos y sus siluetitas de pendejitos con audífonos blancos que se creen muy IN porque tienen sus audifonitos blancos y vienen en el metro tan contentos oyendo su música y no tienen que cargar veinte kilos de discos en la mochila y y y, aaaaaaay, sufro, sufro, sufro. Recuerdo los bonitos tiempos con mi ipod. Esos... no volverán.

viernes, octubre 21

nada más

...nada más.

lunes, octubre 17

Nada como tomar un delicioso shampu o comer un buen trozo de jabón

A veces las cosas tienen tan buen olor, consistencia o apariencia que necesitan ser mordidas. El simple contacto físico con ellas hace saltar en mí un incontenible deseo de darles una gran mordida, despedazarlas con los dientes, saborearlas con la lengua y luego tragarlas. Puede llegar a ser perjudicial, no digo que no. Me gusta mucho oler el play doh porque es como pan recién hecho, una vez lo comí, no sabe a pan. También me agrada sentir cómo las puntillas de carbón de los lapiceros se deshacen en mi saliva, pero tampoco puede ser bueno. Ayer me lavé el cabello con un shampú azul de menta. Así, con olor a menta. Uno se lo pone en la cabeza y siente que se le destapa a uno y el aire entra directo al cerebro, es como tener una fiesta en mi cabeza a la que todos están invitados; probar un poco era inevitable. No sabía a halls o a trident de menta.
Dice Chesterton: "yo creo que toda mentalidad poética que ha gustado de lo sólido, del espesor de los árboles, de la cuadradura de las piedras, de la firmeza del barro, debe haber deseado en alguna ocasión que todo esto se pudiera comer. ¡Si el césped de la tierra oscura tuviese tan buen sabor como aspecto! ¡Si la leña fuese digerible!"
Es a veces algo tan agradable al tacto, al olfato o a la vista, que uno quisiera poder poseerlo completamente. Y qué manera más completa que hacerlo parte de uno, integrarlo al propio organismo, hacerlo verdaderamente mío. Ahora bien, incluye esta digestión inevitablemente la destrucción de lo deseado. Y aquí vamos llegando al punto. A veces tengo necesidad de destruir lo que me gusta, lo que amo, sólo por el hecho de que lo deseo. Esto es decir: qué ganas me dan de devorar un buen trozo de jabón cremoso porque huele deliciosamente a avena. Qué rico podría llegar a ser meterse a la boca, una a una, las páginas de un libro viejo con suculento olor a libro viejo. Qué ganas de devorar a alguien que parece ser la conjunción de los más desquiciantes sabores, los más deliciosos olores y las superficies más agradables al tacto. Qué ganas.

miércoles, octubre 12

¡Ajá! Con que así se siente nada...

Así se siente nada. O como dirían por a'i: I'm not here, this isn't happening. O como dirían por allá: Feeling yourself disintegrate. O también: no tengo nada nada nada nada... que-no que-no.

sábado, octubre 8

El método-ultraeficiente-infalible descubridor-de-locura del doctor Chesterton mmmuaaajá

1. Colóquese en una silla o sillón, de manera que sus piernas queden flotando y sus pies NO lleguen a tocar el piso (es muy importante que los pies NO toquen el piso).

2. Cierre el puño de su mano derecha, y con los nudillos dése golpecitos repetidamente en la rodilla izquierda. Encuentre un punto en el que el pie suba impulsivamente.

3. ¿Su pie pegó el brinco señalado? Felicidades. Disfruta usted de una cordura innegable.

4. Su pie permaneció estático: ¡No me leas más, pinche loco!

viernes, octubre 7

Aplauda ante esta algarabía. Es una orden.


¿Se siente solo? ¿Cree que nada funcionará? ¿No tiene dinero? ¿Está molesto pues no encuentra su leche y su miel?
Vengan, acérquense, corran si es preciso; no hay más tiempo que esperar. Preparen todo, dispónganse a cantar, a bailar, a ser felices, a llorar, a frustarse por no comprender, a alegrarse por tanta satisfacción, por tanta algarabía... la función está a punto de comenzar. Es hora de aplaudir.
Y no digo algarabía de manera fortuita ni gratuita, tomen el diccionario, tal palabra significa: Manera de hablar atropelladamente y pronunciando mal las palabras. Nunca antes una voz ha sonado tan atropellada y nunca antes las palabras han sido tan mal pronunciadas como puede uno darse cuenta en la totalidad magnífica de este disco: Clap Your Hands Say Yeah. Ese es el nombre de la banda también.
Primer acercamiento, hace unas tres o cuatro semanas: escucho The Skin of My Yellow Country Teeth, me convenzo de que no puedo esperar más a oír el disco completo; sin embargo pasará algún tiempo antes de que pueda dejar de oír cada vez que tengo oportunidad la misma canción una y otra vez. No entiendo lo que canta el sujeto. Su voz es como ninguna antes oída. Las palabras no son palabras, son balbuceos rítmicos, sonoros, cuidadosamente descuidados, desafinados con una armonía perfecta. Pienso ingenuamente que el problema se resolverá cuando lea la letra en internet. Nada más alejado de la realidad, pues el primer párrafo dice:

Once - The dogs have quit their barking
"Son..." - my neighbor said to me.
"Know the emptiness of talking blue
the same old sheep."
Run - I'll do no more this walking
Haunted by a past I just can't see
Anymore
Anymore
¿Qué mezcla indescifrable se esconde tras la hechura de este disco? ¿Qué magia insoportablemente envolvente hace que se repita durante un día completo sin que provoque ni una mínima señal de aburrimiento o hastío? ¿qué palabras pueden decirse sobre él cuando lo que lo caracteriza es la ausencia de sentido en ellas, cuando lo que se intenta es un escape del lenguaje y la prueba que es prescindible?

Y aun así, letras y palabras hay en este disco. Letras y palabras lo conforman. Exceptuando dos de los tracks, que son instrumentales: Blue Turning Gray y Sunshine & Clouds (and Everything Proud). Y he aquí uno de los párrafos que no puedo dejar sin transcribir, la canción, Over and Over Again (Lost & Found):

You look like David Bowie
But you've nothing new to show me
Start another fire
And watch it slowly die

Y así podría seguir indefinidamente, no es necesario ni prudente. Treinta y ocho minutos y cuarenta y cinco segundos hablan por sí mismos; es casi como asistir a una función de circo en la que se sabe habrá de todo: drama y llanto, payasos y risas, peligro, malabaristas y voces de fondo exclamando miedo y admiración. Pero sobre todo, no deje usted de aplaudir.

Las favoritas:
The Skin of My Yellow Country Teeth
Is This Love? (ésta suena durísimo a los Flaming Lips)
Upon This Tidal Wave of Young Blood

lunes, octubre 3

Las cosas se están poniendo extrañas, me empiezo a preocupar

Podría ser un caso para Mulder y Scully.
Ya me está cagando la carrera otra vez. El furor y la felicidad me duraron como un mes. Ahora quiero salir corriendo y estudiar en la escuela de payasos. ¿Existen las escuelas de payasos? ¡Por su culpa aereolíneas Payaso será el hazmereír de la industria! Quiero ser payasa. Pero no de esas de crucero en Manuel González y Reforma, quiero ser una payasa de calidad. Una payasa que cuando haga un chiste la gente se quiera agarrar la entrepierna para no hacerse pipí. Una payasa que no ocupe vulgaridades más de lo necesario y, sobre todo, que no haga el chiste de en mi casa éramos tan pero tan pobres que comíamos a la carta... Tendré un excelso repertorio de historias cómicas; la del ojo de vidrio, la del violador madreador, la de la paleta de coco. El mundo sonreirá con mis ocurrentes comentarios y mis finos albures. Debo cuidar de hoy en adelante mi modo de comunicarme con la gente, la felicidad debe ser dispersada pronto.
Notas:
- No convertirse en Garrick, el payaso de 'Reír llorando', eso se puede poner feo.
- No utilizar narices rojas de plástico. Dicen que gente ha muerto asfixiada. Pobres payasos con sus carreras truncadas.
- No intentar ser como Johnny Petardo. Johnny Petardo es un mesías, no es un payaso, está más allá de cualquier teoría cómico-humorística.
- No hacer chistes filosóficos. Mejor burlarse de filósofas lesbianas nietzscheanas y cometer diversas falacias ad hominem.
- No tomarse en serio la profesión, va contra los Principios Honorabilísimos de los Payasos.
Ya no quiero estudiar filosofía.

domingo, octubre 2

Se conmemoran muchas cosas hoy, dos de octubre.

Tlatelolco bla bla, la selección bla bla. Yo voy a salir en un documental de dos sujetos que se quieren harto (claro, si a uno de ellos no se le ocurre editarme). Por este medio les hago saber que les felicito-por-la-felicidad. Felicidades "Irene", felicidades "argentino sabroso".