Sofía Topo

A veces me siento como el personaje que no tiene mucha importancia. El que a veces aparece y es cagadito y que a veces uno recuerda y a veces al recordarlo se ríe. Bésenme, sé a palanqueta. Hace unas noches soñé que me compraba un coche y que me costaba tres mil pesos. Cuando desperté me sentí triste... tenía mucho que no me pasaba desilusionarme al percatarme de que sólo era un buen sueño. Era un coche viejo y feo, pero me dio gusto comprármelo. Como no sabía manejar (ni en mi sueño ni en la realidad), mi hermano Héctor lo manejaba por mí. Él cumple años mañana y no sé si siga entrando acá, pero ojalá sí y se entere de que lo quiero mucho y soy mejor que él en el Mario Kart, gracias. Mi ingle. Cuando estás lejos de mí me enfermo de todo. Me da dolor de cabeza, me ataca el Alzheimer, tengo mal de ojo, tengo insuficiencia cardiaca, el mal de Parkinson, síndrome de Down, regresa el cáncer en el testículo, la miopía, recaigo en la peste bubónica. Cuando estás lejos de mí soy más Juan Topo que nunca. Mi ingle.

Anoche me sentí como en la primaria. Antes del primer día de clases de cada curso (o regresando de un periodo vacacional) no conseguía dormir. Me daba de vueltas en la cama y pensaba en el regreso a la escuela, en volver a ver a los morros que me gustaban, en los concursos de ortografía y en los reportes de mala conducta que siempre tenía. Y es que a pesar de ser una ñoña y sacar diez en los exámenes yo siempre he hablado mucho. Hablo todo el tiempo, hablo y hablo y hablo y en la primaria me sacaban del salón a cada rato por eso. En cuarto me sacaron del salón porque me hice unos lentes oscuros de celofán y los traía puestos cuando la maestra en diferentes tonos de rojo me señaló la puerta. Entendí perfectamente.

Pero a últimas fechas soy como una anciana y estoy achacosa y de todo me quejo y me duele todo el cuerpo y no quiero tomar medicinas y sólo uso remedios caseros. No quiero buscar trabajo pero ya odio la escuela y me fastidia la sola idea de la búsqueda de un tema de tesis.
Hoy llevo cuatro horas perdidas en Internet, porque ni hago lo que tendría que hacer, ni escribo un post decente ni nada.

Sólo ha valido la pena esto: El joven Lovecraft, un comic bastante entretenido, la muestra, aquí:
Qué post tan sinsentido, hay que tirarlo a la basura.