De las cosas que me ponen de buenas y los textos con vida propia.
Recordar cuando mis hermanos y yo veíamos caricaturas en la casa que estaba muy lejos. Fue un poco antes de que la tele valiera madres y nos quedáramos sin ver tele por un año. Luego conseguimos una blanco y negro; era una verdadera sorpresa ir a casa de alguien más y ver los comerciales que había imaginado con colores totalmente distintos.
Me encantaba Astroboy, me encantaba Animaniacs. Me encantaba ese que tenía la Espada de Aban -ya lo googleé: Fly-. Los Supercampeones y bueno, la primera temporada de los Power Rangers la vi completa. No me da pena. Ya más grandecita vi la primera temporada de Pokemon. Y no me da pena.
En vacaciones pasaban unas películas cincuenteras en el once que eran mi fascinación. Empezaban a las nueve de la mañana; la barra tenía un nombre, pero claramente lo olvidé. Supongo que lo que me pone de buenas de todo esto no es tanto el contenido de las películas, caricaturas y series; es que de verdad necesitaba ser parte de algo, sentirme identificada, pertenecer.
Animaniacs nos gustaba porque nosotros también éramos dos hermanos y una hermana. Mi hermano mayor realmente es flaco como Yakko y el otro usaba gorra roja como Wakko y yo pues. Yo pues... era Dot. Dot rima con Sof.
Perteneces también a algo no porque te veas totalmente reflejado en los personajes, eres parte de algo cuando te sientes conocedor de la historia. Como cuando pasas un mes dosificando capítulos de un libro porque no quieres llegar al final, donde ya no hay nada más qué leer. Los personajes seguirán sus vidas en algún lado inaccesible para tu conocimiento, en el peor de los casos la historia terminará con su muerte. Seguir una serie de televisión me representaba (¿aba?) el mismo tipo de juego de participación angustioso: tú cuentas algo, yo estoy ahí para recibirlo diariamente, semanalmente, cuando no hay huelga, yo qué sé. Cuéntame.
Lo malo es, como ya había dicho, llegar al último capítulo. Porque siempre hay un último capítulo.
Terrible. Como cuando le ponías al cinco diario a las ocho y seguías cuidadosamente los pasos de tu héroe favorito. Todo para que a la siguiente semana resetearan la maldita programación y te dejaran con toda tu frustración y coraje porque no había manera de saber si Freezer había sido eliminado. Pero eso hizo más largo y deseado el camino hacia el final, un loop obligado que hacía crecer las ansias y la expectación...
Por eso, supongo (no lo puedo afirmar, este texto no tiene ni pies ni cabeza y avanza con voluntad propia), estoy tan fascinada con la serpiente que se muerde la cola; es como pensar que tu serie favorita nunca se va a terminar.
Terrible, también.
12 comentarios:
JA. Ahora sí fui primer comentario. Tu post está muy chido, valió la pena esperar. A mí me pasa que siempre que sé que algo está por terminar, anticipo su fin; es como saber que ya está condenado y le pones freno cuanto antes para no tener que digerir el glorioso "fade out". Me recuerda al sentimiento de ver a la selección mexicana en el mundial... esos últimos instantes que uno sabe que perderemos pero que QUIERE CREER que no será así y es hasta el silbido que uno decide quedarse con cara de pendejo(a) mirando el televisor. Cuando acabas de leer un gran libro nunca lo cierras de putazo, siempre tienes que asimilar la estelita de estupor y generalmente dices algo como si hubiera otra persona al lado. "Self pampering". Uno tiene la necesidad de hacerlo cuando le roban a uno esos momentos de tanto deleite y lo regresan de putazo a la realidad.
No acaba de sorprenderme lo estúpido que eres. El post no va de lo que dices, y, sin embargo, te encargas de "destruirlo" con tu comentario. Es muy probable que tengas que regresarte un poco para que aprendas a entender las ideas principales de lo que lees. De lo que se habla es de la pertenencia a algo, no de lo que tratas de escribir solo por ser el primero en comentar. Sí, Dios da a algunos sin mirar lo que quita a otros, y no es una lástima que te encuentres del lado de los poco agraciados.
Piensa muchacho, quizá es algo nuevo para ti, pero piensa antes de escribir. Verás que ocupar el cerebro significa algo más que escupir estupideces y jas sin sentido.
Estoy convencido de que Animaniacs es una de las mejores series de todos los tiempos. Los extraño, ahora que ya no los pasan regularmente.
Sobre las series...es mi opio, no voy a negarlo.
Y sobre el sentido de pertenencia...siempre lo he tenido.
Como siempre, un pendejo anónimo que se creé muy machín al insultarme cuando realmente no sabe porqué escribo las referencias en mi comentario. La siguiente vez quiero ver si eres tan valiente para poner tu ID y decirme las cosas que acabas de escribir en vez de ser un pinche putito rasca colas- perdón por "destruir" el post; igual en una de esas me den ganas "destruirte" la cara también.
Como si no supiera quién eres, carnal. Te mando un abrazo.
Yo sugiero que veas novelas gringas... :P :O := jaja
y si te prenden ya estuvo por que son larguisimas..................................................................................................................... Saludos
Sof, escribes chido, se agradecen los posts largos.
Solo puedo decir que Animaniacs ruleaban. mas por sus personajes secundarios: Capitan Bretaña, Pinky y cerebro, fenomenoide, Los palomos (Los palomos!!!), las poesias de Dot, uf, era la neta de la neta de la neta.
yo veia supervacaciones y practicaba para ir al concurso de pogoball.
Chale yo voy a renunciara mi trabajo y me senti asi como que debe de terminar pero no estas tan seguro.
grrrrrr. bueno me puso bien tu post.
Uuuy, en esta escuela necesitamos harrrto pertenecer. Yo soy Chandler, Celeste es Mónica, Alicia es Phoebe...
escribes como filósofa, justo cuando has decidido abandonar la facultad. paradoja grande.
felicidades por el aniversario
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