Lento vio

Que por qué me gustan los juegos violentos, me pregunta. Es, hasta cierto punto, algo muy sencillo y comprensible, tiene razones básicas. Es una sensación de poder ilimitado. Para muchos puede parecer estúpido, pero la primera vez que vi Natural Born Killers salí con unas ganas de matar que no mamen. Supongo que jamás sucederá que le quite la vida a alguien disparando una Magnum o utilizando un Rocket Launcher, pero la sensación que me brinda hacerlo en un videojuego me llena de satisfacción.

He terminado casi todos los Resident Evil y ahora empiezo a jugar Silent Hill. Cuando en Splinter Cell tenía que escoger entre matar o nockear a un enemigo, irremediablemente lo mataba, por supuesto, después de obtener de él toda la información posible. Es casi feliz ver cómo se desvanece en tus manos o cae bajo dos certeros disparos de tu pistola con silenciador. Eres un agente especial (que no una gente especial) y debes cuidar tus movimientos al máximo. Si hay tres enemigos en una sala, debes ir lentamente, uno por uno, con sumo cuidado, pues si alguno se percata, es tu fin. Sabes que morirás si das un solo paso en falso, así que debes cubrir tus movimientos con una bomba de gas; acto seguido, cambia de visor y podrás verlos entre tinieblas.

Ahora bien, matar zombies. En RE4 ya hasta te acorralan y no tienen un gramo de estupidez zombiesca. Todo lo contrario, se organizan, usan armas; una maravilla. Realmente tienes que detenerte y planear una estrategia, considerar qué harías en su lugar. Lo que más tienes que hacer es matar. Matar y matar. Y cuando hayas matado a todos los enemigos de un escenario, debes pasar al siguiente, donde te aguardan diferentes armas y diferentes desafíos (y más muerte). Saberte sola rodeada de enemigos que pueden acabar contigo en cualquier momento. Saberte sola en Silent Hill y no tener más que una foto y un camino incierto... los enemigos: maniquíes deformes, espantosos. El arma: un palo de madera. Iniciar un juego sin recursos es elemento primordial para el desquiciamiento. La indefensa. La abandonada. La que no va a morir porque es demasiado hábil.

Con los juegos como Mario Kart, Mario Party, Luigi's Mansion y un largo etcétera, me la puedo pasar bien, puedo disfrutarlos, puedo ser feliz. Pero lo cierto es que allí no hay conciencia de la finitud de manera tan violenta. El desafío al NEFASTO GAME OVER es más intento cuando hay sangre de por medio... La supervivencia es la clave... No sé qué es más importante; matar o no permitirles a ellos matarte.

Así que la próxima vez que desee usted resolver sus problemas, hágalo por medio de mi amada violencia lúdica, es gratificante, es estresante, es terrible. Y lo mejor de todo es que, a diferencia de la vida real, aun cuando el ya mencionado Game Over lo alcance, bah, siempre está el botón para resetear.

¡Quiero esta playera, ya va a ser mi cumpleaños!