Capítulo LXXIII

Donde Sofía manifiesta su odio al cigarro, entre otros muchos odios que complementan este escrito

Odio 1
Si usted quiere ponerme de malas, hacerme enojar, toser y con un poco de suerte hasta vomitar: fume cerca de mí. Aviénteme el humo a la cara, haga que mis ojos lloren copiosamente debido a sus impertinente y desagradable costumbre. Ahí sí no conozco tolerancia, le hago el feo al compañero filósofo en un congreso o a los amigos en la cafetería, a la tía bonachona que viene de visita desde Pachuca, al novio que no consiguió dejar el vicio, a los amigos del novio que son igual de fumadores. Para mí es igual un carnicero con el delantal manchado de sangre relajándose con el tubito entre sus labios a una niña de trece años yéndose de pinta con sus amigas, queriendo parecer mayor con el cigarro en la mano. Todos son lo mismo: fumadores. No puedo decir que los odio a ellos, claramente, pues entre sus filas se encuentran personas que quiero y cuya compañía me hace feliz. SIN EMBARGO, cómo me caga que fumen cerca de mí. Simplemente no lo soporto, porque no me dejan respirar, porque hacen que mi cabello y ropa huela raro y porque NO ENTIENDO POR QUÉ TENGO QUE CEDER MI ESPACIO VITAL PARA QUE LA GENTE LLEVE A CABO UN ACTO QUE CONTAMINA Y PROVOCA MUGRE, BASURA Y SMOG. Ya sé que muchos fumadores no estarán de acuerdo, ni les pido que lo estén, este post nomás se trata de quejarse. Así que escúpame con todo su nicotinoso ser en los comentarios, adelante, vaya, ya ni lea lo demás, manifieste su repudio a mi repudio.

Pseudo Odio 2
Últimamente se han ganado un lugar en mi corazón los Anónimos putines. La cosa es que (como dice un primo que tengo, se llama Levi) cuando uno desconoce a su agresor o no le identifica por medio de un rostro o un símbolo o una historia, simplemente no hay lugar hacia donde dirigir el odio. Los anónimos son nada. Uno no puede odiar a la nada. Entonces, tras un breve ejercicio casi filosófico (pero no tanto, no no), concluyo que hacer corajes frente a opiniones que están aisladas y sin un papá ni una mamá que responda por ellos es ocioso. Lo cual no quiere decir que un día no me vuelva loca y mande a un anónimo a chingar su madre por andar de molestito.

Odio 3
Me cae SINCERAMENTE GORDA la gente que no acepta ciertas cosas que me atrevo a manifestar en voz alta:
- Me aburre Godard (no que Godard y el plano contra máscara y cabellera y el manejo del tiempo-espacio-imagen-movimiento). Pus sí, pero a mí me duerme.
- No me enloquecen Led Zeppelin ni Pink Floyd (no pues es que no has oído la de no sé qué y el disco trae un foquito y si lo tocas te teletransporta y que canciones con temas profundos y). NEL.
- No he leído Rayuela ni pienso hacerlo (uy pero es que la Maga y... o sea sí leíste el capítulo 45-9-prrt en el que Oliveira le dice que prrrt, es que es una metáfora de la modernidad, porque sí has leído Rayuela, ¿no?). No, no he leído Rayuela.
- Los discos que más me gustan de los Beatles son los primeros porque las letras son muy babosas y la música muy simple y bonita (aaah pero es que todo mundo sabe que la época experimental de los Beatles es la más rica y sí sabías que el Disco Blanco es conceptual, o sea sí has oído Revolution 9, ¿no?). Oí una vez Revolution 9 y me da miedo, pero me gusta Please pleaaaaase me oooh yeah like I pleaaaase youuuuuu.
- El blog es de lo mejor que me ha pasado en la vida (ay ¡¿en serio?! pero los blogs son como que para perdedores, la verdad se me hace bien pose y bien snob tener un blog porque). Aquí empiezo como Homero (tu tu turu tururu tu turu) y dejo de escuchar. A MÍ ME GUSTA TENER BLOG Y QUÉ.

Continuará
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