¿Qué con el porno?

You're not the boss of me, Jack.
You're not the king of Dirk.
I'm the boss of me.
I'm the king of me.
I'm Dirk Diggler.
I'm the star.
It's my big dick and I say when we roll.

Siempre tan de moda, siempre saturado, siempre disponible, porno para todos. Y es que si de algo jamás carecerá Internet es de imágenes, vídeos, sonidos, historias, lo que sea pornográfico. Personalmente mis encuentros con lo porno han sido más bien vagos e insípidos, recuerdo con claridad el día que mi hermano mayor-mayor me explicó lo que era la pornografía, porque estaba yo leyendo el TELEGUÍA y ahí salió la palabrita. No muchas explicaciones, algo dijo de gente desnuda, yo ni me acuerdo. Luego encontraría unas revistas viejas en una maleta de mi papá, que me parecieron verdaderamente grotescas. Y pues hasta muchos años después me toparía con Cinemax y sus noches de clímax. Viendo una de las Lady Chaterquiensabeque Stories tuve mi primer orgasmo, casi muero, es una cosa demasiado intesa como para que uno lo tome con tranquilidad. Aun así, el porno nunca jugó un papel importante en mi vida, siempre he preferido las historias eróticas o la mera imaginación, las películas pornográficas me dan TANTA hueva. Son como fórmulas. Se besan, se encueran, se chupan y cogen. No encuentro ningún tipo de entretenimiento en eso, aunque de vez en cuando pos sí se antoja ver una.
DE VEZ EN CUANDO. Sin embargo hay gente que ve porno diario. Que llena su compu de gigas y gigas de películas basurísimas de mala producción y peor trama, hay gente (en su mayoría hombres, no nos hagamos 'ndejos) que realmente GOZA esas películas.
Pero momento, no soy una detractora de las películas porno; como muchas cosas, es cuestión de gustos. Los gustos van y vienen y son pero si bien volubles. Y a mí a veces me dan ganas de ver porno y me puedo reventar horas viendo y analizando el soft que pasan en la noche en la tele, pero lo cierto es que no puedo comprender que haya gente que tenga tan enraizada la costumbre de verlo continuamente.
Ahora bien, tengo una teoría. Hasta hace poco vi por primera vez porno que no fuera soft, en el canal Venus que estaba sintonizado en un bonito cuarto de hotel. Creo que nos reventamos tres películas, malísimas todas. La cosa es que me di cuenta que muchos de los "truquitos" que los hombres llevan a cabo en la cama son sacados de las películas porno. Prrrt, no entraré en detalles, pero lo cierto es que el hecho de que los niños y algunas niñas desde chicos se atasquen la cabeza de porno hace que la manera en la que FORNICAN se defina más por lo visto en todos esos años que por lo que a ellos o a su pareja les gusta en realidad. Claro que definir "lo que gusta en realidad" es muy difícil, pero mi punto es éste: la industria de la pornografía ha crecido y sigue creciendo tanto porque está formando todo una legión de weyes cuya vida sexual (en caso de que exista, ya ven que luego los que más porno ven son los que menos chicas de carne y hueso conocen) gira en torno a un estereotipo determinado. Dejando de lado todas aquellas variaciones de zoofilia, necrofilia y loqueseafilia considero que las películas porno son básicamente lo mismo, con los mismos elementos y la misma trama aburridísima y eso desemboca en la misma practica vacía y repetitiva que muchas personas llevan a cabo. OBVIAMENTE no podemos generalizar ni en éste ni en algún asunto, pero espero haber podido dar a entender el punto.
Por otra parte, me gusta Boogie Nights y si fuera actriz porno quisiera se como Rollergirl. Qué guapa es.