Las nenas se ven mejor, dicen. Existe la clásica imagen de la ruca guapísima y altísima que usa unos tacones de 39 centímetros para seducir a un hombre, con el cual tendrá sexo desenfrenado, claro, sin quitarse los zapatos. También recuerdo que vi en alguna película no-porno-pero-casi, que al tipo le encantaba que la tipa le caminara encima antes de ponerle; lo que más le gustaba era que se le enterraran los tacones de aguja en la espalda. Y así. Los tacones están rodeados de historias eróticas y parecen agregar algo al juego sexual.
Es cierto que los tacones te hacen ver más alta. Es cierto que se te paran más las nalgas cuando estás de pie o cuando caminas (como atinadamente señala Mario); pero también es cierto que los pies duelen como pocas cosas. Este fin de semana tuve a bien ponerme las botas que mi padre me regaló hace tiempo. Sólo las había usado un par de veces; una para ir a un bar fresón y otra para el concierto de JuanGa. Y déjenme decirles que es muy cómodo tener al novio casi a la misma altura que uno y poderle darle sus besos como merece, pero CARAY, no pude bailar no pude no pude, no pude brincotear al ritmo de COMMON PEOPLE o HUNG UP como dios manda (las fotos acá, vía Alejandro). Me tenía que contentar con medio menearme ahí al ritmo de let's all meet up in the year 2000. Al final ya me quité los zapatos y me mojé con la cerveza (espero) que estaba en el piso derramada.
Es curioso que el tacón no fuera diseñado para verse bien. Fue (según esta nota) inventado en el siglo XII d.C. en Persia, con fines bélicos; "su función era proporcionar a los jinetes un soporte más fiable en el estribo y permitir que pudieran levantarse durante la batalla". De alguna manera llegó hasta nosotros como un accesorio más de la moda. Es increíble la cantidad de chicas que usan tacones con la naturalidad con la que uso mis amados tennis; que serán fachosos y feos y viejos, pero puedo caminar cómoda, tranquila y largamente con ellos... me hacen feliz. Sólo por eso pondré una foto de mis queridos reebok.
En fin, el uso del tacón es a todas luces dañino, hace que los pies estén en una posición que dificulta el soporte del peso del cuerpo; provocando que las rodillas se desgasten y la espalda aguante kilos que no le corresponden. Pero que uno se ve bien, pues uno se ve bien. Concluiré con frase de niña estúpida que tengo todo el derecho de ser; vale la pena un pequeño sacrificio en aras de verse guapota una noche. O bien, como diría la onda Vaselina: QUE SE PO QUE SE PO QUE SE PONGAN BOTAS. QUE SE QUI QUE SE QUI QUE SE QUITEN TENNIS. Pero nomás una vez al mes o algo así.
Es cierto que los tacones te hacen ver más alta. Es cierto que se te paran más las nalgas cuando estás de pie o cuando caminas (como atinadamente señala Mario); pero también es cierto que los pies duelen como pocas cosas. Este fin de semana tuve a bien ponerme las botas que mi padre me regaló hace tiempo. Sólo las había usado un par de veces; una para ir a un bar fresón y otra para el concierto de JuanGa. Y déjenme decirles que es muy cómodo tener al novio casi a la misma altura que uno y poderle darle sus besos como merece, pero CARAY, no pude bailar no pude no pude, no pude brincotear al ritmo de COMMON PEOPLE o HUNG UP como dios manda (las fotos acá, vía Alejandro). Me tenía que contentar con medio menearme ahí al ritmo de let's all meet up in the year 2000. Al final ya me quité los zapatos y me mojé con la cerveza (espero) que estaba en el piso derramada.
Es curioso que el tacón no fuera diseñado para verse bien. Fue (según esta nota) inventado en el siglo XII d.C. en Persia, con fines bélicos; "su función era proporcionar a los jinetes un soporte más fiable en el estribo y permitir que pudieran levantarse durante la batalla". De alguna manera llegó hasta nosotros como un accesorio más de la moda. Es increíble la cantidad de chicas que usan tacones con la naturalidad con la que uso mis amados tennis; que serán fachosos y feos y viejos, pero puedo caminar cómoda, tranquila y largamente con ellos... me hacen feliz. Sólo por eso pondré una foto de mis queridos reebok.
En fin, el uso del tacón es a todas luces dañino, hace que los pies estén en una posición que dificulta el soporte del peso del cuerpo; provocando que las rodillas se desgasten y la espalda aguante kilos que no le corresponden. Pero que uno se ve bien, pues uno se ve bien. Concluiré con frase de niña estúpida que tengo todo el derecho de ser; vale la pena un pequeño sacrificio en aras de verse guapota una noche. O bien, como diría la onda Vaselina: QUE SE PO QUE SE PO QUE SE PONGAN BOTAS. QUE SE QUI QUE SE QUI QUE SE QUITEN TENNIS. Pero nomás una vez al mes o algo así.
Agradezco la entusiasta participación de Tamara/Plaqueta
en este post; acá tienen su pie con un taconzote con el que
asegura se va a matar!! Ojalá que no, ojalá que no,
pero es que miren nomás qué zapatos mortales.
en este post; acá tienen su pie con un taconzote con el que
asegura se va a matar!! Ojalá que no, ojalá que no,
pero es que miren nomás qué zapatos mortales.