lunes, agosto 29

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En De rerum natura pide Lucrecio a Venus paz para los romanos. Implora a la diosa que haga que Marte cese las actividades bélicas, que los ejércitos se detengan, que la guerra llegue a un fin. Lucrecio cree que cuando ese momento llegue podrá dedicarse a trabajar en su obra con serenidad, sin ser importunado; pues la guerra representa un impedimento, un obstáculo que no permite al hombre alcanzar la ataraxia o imperturbabilidad del alma.
Pero lo cierto es que las guerras no son evitables, además son infinitas. No imagino un estado de imperturbabilidad, ya que siempre algo se está debatiendo en el alma. Despertar y levantarse o no de la cama implica una decisión, la mente libra una batalla que determinará el futuro, que marcará lo que será la vida de uno no sólo en un día, sino para todo lo que venga posteriormente. Cada decisión es una guerra, nunca encontraremos la paz. ¿Y para qué la paz cuando las peleas son tan necesarias, tan humanas, tan esenciales? Cuando alguien alcance la ataraxia será al dejar de existir, en la paz perpetua. Podría ser que vivamos en una insociable sociabilidad (® I. Kant), en la que guerra y paz se conjuguen para formar una existencia armónica… Puede suceder que encontremos en un estado belicoso la tranquilidad, creo que eso sí puede pasar. Que lo que se agita aquí adentro sea como algo sumergiéndose en el agua, que de repente alcanza a sacar la cabeza o las manos y se asoma como felicidad, luego como tristeza, luego como dolor, luego como odio, como amor, como placer, lo que se ahoga también grita que está feliz, se hunde, sale un poco y grita que no puede más con ese sufrimiento, pero ríe, se vuelve a hundir, al volver a flotar se le puede ver dormido, tranquilo. Es este perpetuo conflicto de sentimientos y pensamientos y dolores y todo al mismo tiempo lo que nos mantiene en una guerra constante. Y también en una paz perturbada. Y en una serenidad conflictiva.
No sé si Venus en algún momento consideró concederle a Lucrecio el cese de la guerra y la disolución de los ejércitos; pero si yo tuviera la oportunidad no borraría del mundo los conflictos que dificultan vivir tranquilamente, porque debe ser lo más cercano a sentir la muerte, lo más cercano a no experimentar la Vida.

miércoles, agosto 24

Y al final...

...encontró la verdad. En la última página del libro, al dar la última vuelta de hoja, la leyó, en letras pequeñísimas:

"Prohibida su reproducción."

domingo, agosto 21

Por el suelo y a correr

Celos de tus ojos cuando miras a otra chica,
tengo celos, celos.
Siempre le pasa a uno en la vida que le llegan malas rachas. Que todo le sale mal; lo deja la novia, los amigos no lo quieren, lo despiden del trabajo... Pues bien, el blog, como manifestación humana que es, no se salva de esos bachechillos malvados que luego se presentan. Cuando no sepa usted sobre qué escribir en su respectivo blog, siga las siguientes recomendaciones;
0. Comience con un bonito epígrafe, a la gente le gusta eso. Como que se ve elegante, intelectualosón.
1. Escriba usted una lista de algo, lo que sea, siempre funciona. Las películas que más le gustan, lo que hizo en vacaciones, sus diez canciones favoritas, las cosas que más odia.
2. Seguramente, si no sabe sobre qué escribir, menos sabe qué poner de título. Agarre un disco que tenga a la mano y róbese el nombre de una canción, nunca falla.
3. Ponga la foto de algo misterioso, entre más posmo, mejor.
4. Escoja un tipo de letra elegante y diferente, algo que sorprenda al desocupado lector.
5. Al final, cierre con una cita contundente, de preferencia un aforismo, si es de Cioran mucho mejor; aquí puede usted aplicar las ventajotas que lo posmo ofrece: combine la foto con la cita de Cioran, de esa manera todo cuajará como una lumínica lluvia armoniosa en un mar de dulces verdades y mentiras.
6. Pero sobre todo, nunca pierda la esperanza de que la creatividad, si alguna vez la hubo, volverá, y si no la hubo pues no volverá pero en una de esas surgirá. O no.

"La melancolía: halo vaporoso de la Temporalidad"

viernes, agosto 19

Facultad de Filosofía y Letras

No quería escribir sobre el regreso a la escuela porque no tenía ganas de regresar a la escuela. Cada semestre es la misma horrible gente con las mismas pinches poses y los mismos maestros con las mismas pinches jetas. Sin embargo, creo que este semestre va a ser diferente, de verdad diferente. Estoy feliz de una manera sospechosa: las clases que he tenido hasta ahora son excelentes. Especialmente tres optativas, una de ellas es de Filosofía y cine; otra de Walter Benjamin, Marx, Freud... y cine; otra de ellas es sobre un poeta llamado Lucrecio que parece va a estar con madre, era un heredero de ideas de Epicuro, quien decía que lo más importante es tenerse a uno mismo. El maestro nos puso un ejemplo simpático, la situación es: estás en el supermercado y cuando llegas a la caja la señorita pregunta:
- ¿Encontró todo lo que deseaba? -a lo que uno responderá:
- ¿Necesito todo lo que encontré?
En realidad, no. Cuando nos tenemos a nosotros mismos se alcanza la satisfacción. También nos comentó este profesor que cuando a Sócrates le preguntaban que cómo estaba (en algunas traducciones se lee simplemente algo como: 'estoy bien'), él respondía: "me tengo a mí mismo".
En otra materia veré a Heidegger por quincuagésima vez, espero no abandonarla y por fin poder leer Ser y Tiempo. También estoy dispuestísima a aprobar Lógica 1; ya estoy harta de deber materias de los primeros semestres, es de lo más vergonzoso. Por otra parte, está este sujeto profesor de Textos filosóficos V, que dice que el primer filósofo fue Tales Por Cuales. A veces agarra su paraguas y se lo entierra en el abdomen y hace como que se muere mientras dice: "OOOh, nooo, el profesor de textos cinco muerto a manos de un paraguas desalmado", nadie sabe si reírse o qué. Todos nos volteamos a ver sin saber qué decir y luego el maestro continúa la clase como si nada. Así han sido algunas de las clases que tomaré este semestre. Siete en total, más el alemán en cuarto nivel, que me aterra. Porque la verdad es que el tercero lo pasé de una manera misteriosa y en realidad sigo teniendo conocimientos bien chafas. Hallo, Wie geht es dir? Möchtest du ins Kino gehen? Ich habe ein Buch gelesen, was hast du gemacht?
Los pasillos tienen piso nuevo. Cada salón está pintado bella y virtuosamente, afuera pusieron un techito bien coqueto para que no nos mojemos cuando llueve. Además, y por si todo eso fuera poco, todas las máquinas en esta sala de cómputo son nuevas y de una muy buena calidad, con monitores SAMSUNG y tal. Los baños están impecables, así como la biblioteca y la cafetería.
De los nueve amigos que éramos al inciar la carrera quedamos cuatro, lo cual no es una mala marca, y el panorama es amable. Viva la Facultad de Filosofía y Letras, que por primera vez en su historia se hace merecedora de un post escrito por mí. Porque por primera vez en mi historia me siento feliz de estar ahí, con mis amigos filósofos y con la certidumbre extraña de que este semestre sí obtendré resultados tangibles. Viva.

martes, agosto 16

En vivo

Un extraño mal obscurece mis recuerdos. Pasa que voy a un gran concierto y al otro día alguien pregunta: "¿tocaron la dos del tercer disco?" y jamás recuerdo. Se me olvida qué tocó la banda, con cuál abrió, cuál fue la última canción... Sólo recuerdo los detalles más babosos. Ed Vedder estaba muy ebrio y tomaba directo de la botella vino tinto. Dougie Payne estaba del lado izquierdo. Le toqué un pezón a Julian Casablancas. Le acaricié la espalda a Cerati y tenía mucho sudor. Drew Barrymore estaba junto a la consola de sonido. Uno de los Franz Ferdinand bailaba muy sensual. Durante Yellow cayó una luz amarilla muy bonita. Mientras Ian Brown cantaba Love Like a Fountain algo sonó mal y se emputó y regañó a los músicos. Mike Stipe traía una tira negra que parecía le cubría los ojos como una cinta; aunque en realidad era maquillaje obscuro. En los conciertos de Lucybell es donde más gente conectada he visto; es increíble cómo todo mundo coreaba cada una de las canciones. En Audioslave una morra toda gorda me quería madrear porque le echamos un vaso de cerveza. En Jumbo siempre le gritaba pendejadas a Bugs Wako, el baterista. La sonrisa de Karen-O era increíble. Me sorprendío que el vocalista de Bloc Party fuera negro. Meg White está más gorda y no es tan sexy como creía. El que sí estaba re-sexy y re-nalgón era Leonardo de Fobia, se movía tan cadenciosamente. Los de Sonic Youth se siguen viendo jóvenes, o yo estaba muy lejos del escenario. Además Trent Reznor y Juan Gabriel tienen más en común de lo que creen.
En más de la mitad de estos conciertos he estado muy alcoholizada... quizá por eso nunca recuerdo detalles que valgan la pena. Por un día quisiera tener memoria de esponja, retenerlo todo, auditiva, visualmente. Fui tan feliz en esos momentos... pero ahora no puedo contar por qué me gustaron. Sólo queda el sentimiento. Un extraño mal obscurece mis recuerdos.

sábado, agosto 13

Primero las gomitas

La paleta Payaso era un tormento. Sólo tenía tres gomitas. Y no era tan fácil como ir y comprar más gomitas, sino que las particulares gomitas que estaban en la particular paleta Payaso parecían ser las más ricas del reino ricolino. Uno tenía que aprender a dosificarlas, a hacer que duraran lo suficiente como para acompañarlas con el malvavisco y el chocolate. Esa era la vía fronética. También había otros modos de comer la paleta payaso: primero las gomitas. Era como beberse la vida de un sorbo. La paleta quedaba mutilada y sin rostro, a mí me costaba ya mucho trabajo comerme lo demás porque sentía que era tan sin chiste como un Paletón. Pero mientras uno degusta las gomitas, qué poco importa ser prudente, qué inútil resulta la dosificación, qué necesario es comerlas una por una o todas al mismo tiempo, a sabiendas que lo que quedará será como restos de algo que perdió su esencia, su chiste, su sabor. Las gomitas de la Paleta Payaso se pueden acabar y uno sigue con la sensación de que no comió nada. Sólo queda el vago recuerdo de una degustación sublime, pero finita.
La paleta pasa a convertirse en un cadáver. Que no tiene ni ojos ni boca de gomita.

jueves, agosto 11

Pus será el sereno

Pero a mí sí me gusta el X&Y de Coldplay.

martes, agosto 9

Sin Intención

A fin de cuentas es mejor no esperar. Cuando uno espera algo sólo encuentra decepción. Cuando uno no espera nada no es capaz de decepcionarse porque en principio no se tenía intención alguna de encontrar algo.

A fin de cuentas es mejor no esperar.

lunes, agosto 8

El plebeyo placer del desasosiego

Si estás de pie quisieras estar sentado; te sientas en el extremo de la cama y sabes que estarías mejor en la sala. Vas a la sala y lo que descubres es que necesitas aire, aire aire. Corres a la ventana y te asomas; no, más bien tienes frío. Buscas una mantita, uta, qué pinche calor, necesitas agua, pero no tan fría, abre la alacena y busca un jugo de naranja, pensándolo bien tienes hambre, prepárate unos huevos fritos, no hay huevos, mejor quieres simplemente sentarte; lamentablemente este asiento no es tan cómodo, busca un cojín, no, ¿por qué uno tan grueso? ¡ENTONCES NADA! No quieres nada, ¡nada!
¿Qué hace este mosquito aquí? Estabas seguro de que cerraste bien la puerta y las ventanas, mejor ir a revisar...

jueves, agosto 4

Otras Mentes

O de la confianza en los demás
O de la desconfianza en los demás


Dicen en El libro: un día hay vida... y de repente hay muerte. Del mismo modo un día hay confianza y de repente hay desconfianza. ¿Cómo se pierde la confianza en alguien? ¿Cómo sucede eso llamado traición? ¿Cómo puede explicarse que alguien en quien uno confía sea capaz de llevar a cabo un acto que va en contra de cualquier sentido de la amistad? Ah. Porque la amistad va directamente ligada a la confianza. Amigos tengo pocos, realmente pocos. Y cada vez que he intentado tener más sucede algo como lo que me acaba de pasar. Depositar la confianza (buscaré un sinónimo pronto) en alguien se da como proceso natural, uno cree alcanzar un estado con el sujeto B y entonces le comienza a compartir historia, vida, recuerdos, amor. Luego sucede que el delgado hilo que va de un sujeto a otro se rompe. Lo peor es que es roto generalmente por uno de ellos, pero ¿por qué? ¿la confianza se agota, corre, se asusta y se va, se muere, se esconde, nunca estuvo, se rompe, se hace tan chiquita que desaparece, la perdemos? Me siento triste. Como si ya no pudiera volver a confiar en nadie.
El sábado hubo una reunión improvisada en casa de Livi, he de decir que nos la pasamos poca madre; los que fueron saben que fueron, era pura gente de confianza. Le robaron a la mamá de Livi la tarjeta de crédito, para cuando se dieron cuenta ya les habían bajado dos mil varos. Eso, no tiene madre. Son mamadas, chingaderas, ojetadas. La tarjeta podía estar visible, pero ¿no confía uno en la gente lo suficiente como para no tener que esconderla bajo llave, ni andar ocultando todo? Me siento tan triste. A veces creo que 'tener amigos' es un mito que alguien se inventó. Pero yo quiero confiar. También quiero descubrir. Como el Agente Especial Dale Cooper, quisiera irme a dormir y en sueños tener pistas que me ayuden a sacar de las sombras a la persona que puso en entredicho mi esperanza en el género humano. De antemano pido a la gente que sabe que no lo hizo una disculpa. Y a quien lo hizo: qué poca madre. No sólo por el varo, que en realidad viene valiendo madres, sino porque hacen que en mi mente varias personas se vean sospechosas. A todos los quiero y me encantaría enterarme que fue un error o un accidente o no sé. Me duele mucho todo esto. No sé ni puedo saber qué pasa por sus mentes, pero si tú lo hiciste, de verdad: chinga a tu madre.

martes, agosto 2

Encontré el trabajo perfecto

Llego a diario como a las once o doce del día, después de varias horas de plácidos sueños y mejores despertares. No me toma más de quince minutos llegar, caminando; a veces me voy en bicicleta. En cualquier momento puedo oír la música que quiera, pues mis compañeros gustan de los mismos grupos que yo. Y si ellos no tienen ganas de escuchar lo que yo quiero, tranquilamente me coloco los audífonos y muevo la cabeza rítmicamente. Tengo dos horas de comida, puedo escoger comer en el restaurante de la compañía. El menú varía mucho, a mí me ha tocado comer buffalo wings, tacos de bistec con queso estilo vipsito, brochetas de plátano macho y coctel de camarones, entre otras cosas. Un aspecto muy importante es que los baños son bellísimos, perfectos; están muy limpios y siempre hay jabón y papel. Están mejores que los del capítulo del baño oficial del Sr. Burns. En mi lugar de trabajo hay, además, un pequeño saloncito con un cómodo sillón donde puedo dormir después de la comida; en mi computadora personal puedo estar en el messenger el tiempo que quiera, sin descuidar el trabajo. Asimismo bloggeo sin ningún pesar, pues sé que a nadie le molesta que lo haga. Salgo a eso de las seis de la tarde, menos los viernes porque el jefe dice que debemos esparcirnos sanamente y nos deja salir a las tres. Por supuesto un importante motivo por el que trabajo aquí es el sueldo, que no es nada despreciable. Cada semana me compro varios discos y devedes, además de los libros que desde hace mucho tiempo había querido comprarme en Siruela y Gredos. Creo que encontré el trabajo perfecto y creo que me lo merezco. Entre las cosas que tengo que hacer, se lo estarán preguntando, está ver películas sin cesar, escribir reseñas y 'críticas', así como escuchar música nueva y redactar textos sobre ella. Todo lo que he oído y visto hasta ahora ha sido muy bueno y disfrutable y definitivamente me agrada mi trabajo.
Prr. Estoy trabajando en unas oficinas del issste capturando una base de datos. Mi trabajo apesta y mis compañeros gustan de oír estereo977 y la joya. Búrlense, insensatos.

lunes, agosto 1

He tenido un muy mal sueño

Ha durado veinte años, siete meses, veintisiete días.